<>mejor hosting gratuito

Música lml

martes, 27 de diciembre de 2011

Su ausencia.

Se hacía notar, su ausencia.
Cada paso que daba tenía sentido y era él.
Ahora, mis piernas van sin rumbo fijo bajo la oscuridad.
El aire que respiraba estaba contaminado con su perfume, Lacoste Homme.
Ahora, sólo sentía un simple olor a nada 
Miraba las estrellas en sus ojos, mis noches eran suyas.
Ahora, miro sólo la luna vestida de soledad.

No recuerdo como fue mi vida sin él, pues siento, que desde que había llegado, se volvió mi vida, mi rutina, mi yo


jueves, 22 de diciembre de 2011

¿Cómo tocar la vida? Guía para principiantes.

Buenas, ¿cómo están? Bueno, llevaba mucho tiempo sin bloggear, había comenzado las clases y no me daba tiempo ni de respirar, pues aquí les traigo un libro que hice hace más o menos 6 meses, lo titulé : "¿Cómo tocar la vida?". Al leerlo podrán encontrar uno que otros errores, y discúlpenlos, mi redacción es un poco extraña pero confío en que se acostumbren. Fue un libro que hice y no quise desperdiciar, espero que disfruten leerlo tanto como yo cuando lo escribí. 


Gracias por leer.

¿Cómo tocar la vida? Guía para principiantes.

Al entrar a las librerías podía encontrar varios libros que se titulaban "¿Cómo tocar la guitarra?" o "¿Cómo tocar la mandolina?" Y muchos instrumentos, todos querían sacar de dudas al lector de como podían manejar con perfección su instrumento. Y pensé : "¿Por qué diablos no existe un libro que explique cómo tocar la vida?  Uno que me explique que es lo que debo hacer en cada instante ,que me enseñe a leer las partituras diarias de ella, como sostenerla... Sería divertido". Siempre me hacía esa pregunta cada una de las veces que fallaba en algo, o no tenía la oportunidad de perfeccionar algo"... Hasta que un día, gracias a mi profesora de castellano se me ocurrió. "¿Cómo tocar la vida? Guía para principiantes?". Sabía que los libros de auto ayuda serían inservibles y decidí inventar una novela ficticia en la cual sé que muchos en algunas ocasiones se identificarán. ¿Por qué no empezamos con la primera lección? La más sencilla. Suerte. 



Lección número I :

¿Qué es la vida en mi mundo?

En una ciudad imaginaria, que se encontraba en el corazón de cada escritor, me encontraba yo, viviendo en uno de esos hogares ficticios, viviendo una vida, que, no, no era imaginaria, si no real. 
Imagínense que este mundo existe, como yo me lo imaginé desde que nací hasta que morí… En una casa pequeña que se encontraba entre muchas más de diferentes colores, formas… Vivía yo… 
Me encontraba acostada en la cama de mi cuarto, era pequeña, alrededor de ella se encontraba una estantería donde guardaba mis libros, y una pequeña mesa que estaba llena de cuadernos, también había un gran espejo y una pequeña ventana encima de mi cama.
-Y … Entonces, la raíz cuadrada es esta, si la dividimos por 6 quedaría…Listo- dije triunfante, mientras hallaba el resultado de una ecuación con un cuaderno en la mano, acostada en mi cama, tenía una camisa larga color gris, un short de bluyin y mi cabello azabache estaba amarrado.
-¿Puedo pasar?- dijo mi padre tocando la puerta.
-Claro- dije mirando el cuaderno concentrada.
-Carly, cariño. ¿Por qué no te dedicas a algo más que estudiar?- dijo mi padre, yo bajé el cuaderno y me quedé viendo su cara, estaba llena de arrugas, su cabello se estaba llenando de canas poco a poco y su cuerpo ya parecía al de un anciano, estaba vestido con un elegante traje, me sorprendí, pues él no es muy formal.
- ¿A dónde vas?- pregunté con curiosidad, ignorando su pregunta.
-A una reunión del trabajo- yo suspiré.
-Normalmente ya no tienes tiempo para mí- volví a agarrar el cuaderno, más no me concentré, porque estaba molesta.
-No digas eso cariño… Sólo que hay que sacar a flote nuestras deudas, porque desde que se fue tu mamá… Los gastos sólo me quedaron a mí- caminó lentamente hacia mí y se me quedó viendo- ¿perdona, sí?
-Bueno-suspiré- eso que dijiste que desde que se fue mamá es cierto, pero eso fue ya hace 8 años, siempre sales y no te ocupas en lo importante; que soy yo-él suspiró y me miró serio.
-Desde que naciste, sólo me he dedicado a ti, a tus necesidades y a todo lo que me pidas, pero… Ya veo que no es suficiente para ti- yo deje el cuaderno a un lado y me levanté rápidamente de la cama.
-A ver. Primero que nada, dedicar es BRINDAR tiempo a la persona ¡y lo único que haces es estar todo el día en ese trabajo que me tiene hasta aquí! Además, ¿qué es lo que te pido yo? Sólo te pido un poco de atención, cariño, respeto y… - callé un pequeño instante- Mi violín... Pero prefiero que me des todo eso a que me des un instrumento ¿qué te cuesta?- dije mientras furiosa, pasaba de su lado y salí corriendo hacia la puerta.
- ¿A dónde vas? – preguntó mi padre.
-A “una reunión del trabajo”- le grité, con cierto tono de ironía, mientras le daba vuelta a la manilla de la puerta de salida que se encontraba en la cocina.
Sabía que estaba mal todo lo que estaba haciendo, pero ya no soportaba vivir así. 
-Oh… Dios- miré mis pies, andaba descalza, y también vi mi vestimenta. Estaba tan furiosa que no me di cuenta cómo salía, pero ya era tarde, comencé la guerra y no pensaba acabarla. Me dirigí hacía la casa de mi mejor amiga, Emily, que se encontraba a unas cuadras de la mía, no había nadie, las calles estaban solas y agradecía por ello, caminando y caminando me conseguí con su hogar, apenas lo vi corrí inmediatamente hacia él. 
-¡Madre mía Carly! ¿Qué te pasó?- La voz de una chica hizo que subiera mi cabeza, ahí estaba, efectivamente Emily asomada por la ventana de su habitación, su cabello era largo y negro, su piel era tostada, sus ojos también eran negros y su cara estaba llena de pecas. 
-¡Baja rápido y ábreme!- dije haciéndole señas con la mano, ella asintió mientras se desaparecía en la oscuridad de su cuarto, una oleada de frío cubrió todo mi cuerpo y me abracé, enseguida, la puerta de madera rojiza de abrió, rápidamente me abalancé sobre la figura de Emily.
-¡Emily! No puedo más... - suspiré, ella me jaló del brazo y cerró la puerta rápidamente. Me conseguí con una casa mucho más acomodada que la mía, esta tenía dos pisos, muebles nuevos, acomodados en su sitio, una estantería grande bien arreglada, el suelo estaba brillante, era de madera, una pared dividía la entrada a la cocina. Las paredes eran color pastel y al lado de los muebles, se encontraba una escalera de madera.
-Subamos y me cuentas todo- me dijo, yo asentí, ella se dio la vuelta y fuimos subiendo las escaleras.
-¿Y tu mamá?- pregunté, llegamos al segundo piso y caminamos hacia el cuarto.
-Salió al trabajo- suspiró mientras giraba la manilla de la puerta, que también era de madera, y llegamos, llegamos a ese cuarto “magistral” Su cama era grande, tenía un televisor frente a ella, había una mesa la cual sostenía su ordenador, atrás de su cama había un ventanal que mostraba todo el vecindario, las paredes eran color azul marino y el suelo tenía cerámicas blancas, brillantes y limpias.
Ella se sentó en el suelo, mejor dicho, se acostó y esperó que yo hiciera lo mismo.
-Bueno…- dije ya acostada-…Es mi papá- ella puso los ojos en blanco.
-¡Qué extraño!- dijo irónicamente mientras fruncía el ceño.
-Lo que sucede es… Que no me presta para nada atención, piensa sólo en el dinero, piensa que es lo esencial en la vida, pero no… y… Esta mañana tuvimos una discusión en la cual me molesté tanto que no me di cuenta de lo que llevaba puesto para salir…Y ves los resultados, cada vez estamos peor- ella comenzó a reír.
-Vale, te prestaré ropa- yo sonreí.
-Gracias- dije mientras miraba al techo.
-Pues… Seguro esperarás que te de un consejo- me dijo Emily acariciándose el cabello mirando al horizonte.
-No… Estoy bien con que sólo me escuches- le sonreí mientras la miraba- gracias- ella se dio la vuelta y me devolvió la sonrisa.
Hubo un silencio de aproximadamente 2 minutos.
-Y… ¿Qué hay del violín?- preguntó Emily.
- Se lo he dicho, pero me ha respondido que es imposible comprarme uno- suspiré y ella también.
-Nada es imposible, sólo difícil. Mira, Carly, ¿tú de verdad quieres un violín?- asentí- pues lucha por él, como lo que has amado más en tu vida.
-Gracias Emily, de verdad me ayudas-sonreí- ojalá pudiera devolverte lo que haces por mí.
-Bah, no es para tanto- comenzó a reír- Oye, tenemos que ver cómo debemos luchar por ese violín.
-¿Debemos?- ella asintió.
-Vamos a esforzarnos las dos juntas ¿ok? Porque este esfuerzo es de dos, tanto tuyo como mío- sonrío.
-No… Tengo que hacerlo yo sola – dije mientras alzaba la mitad el cuerpo, ella también, y me miró.
-Para algo somos mejores amigas, para apoyarnos en lo que sea, tú me has hablado mucho de ese instrumento, como si fuera tu propia vida, de verdad se nota que quieres tocarlo, te ayudaré y simplemente no cambiaré de opinión- nos sonreímos, después ella se levantó por completo.
-Bien, comencemos- la miré sorprendida.
-¿Comencemos con qué?- pregunté mientras también me levantaba.
-Con esa meta; comprar un violín- yo estaba la miré exasperada.
-Emm… Emily, todo tiene su tiempo, primero necesitamos un trabajo a tiempo libre, o…-ella me interrumpió.
-Eso ya es pan comido; tengo contactos, sólo les envió un msj y…-abrí los ojos como platos.
-Emily, ¿me prestas tu teléfono?- ella asintió y se sacó algo del bolsillo.
-Toma- dijo alzando la mano para entregarme el teléfono.
-Gracias- lo agarré suavemente y coloqué el número de teléfono de mi papá.
“Papá , ya voy a casa.”
[Enviar]
-Listo- dije entregándole el teléfono- ahora… Si no es mucha molestia… ¿me podrías por favor prestar la ropa?- me mordí el labio.
-Bien, tranquila- sonrío mientras se acercaba a su armario y sacaba algunos conjuntos, los coloco en su inmensa cama- elige el que quieras.
-Gr…Gracias- elegí un conjunto al azar y lo coloqué aparte.
-Será mejor que te bañes- dijo ella poniendo sus brazos encima de su cintura, yo asentí.
-Vale.
-En el baño hay unos paños, no hay problemas, elige el que quieras, ah y llévate el conjunto que elegiste, te espero aquí- yo asentí y sonreí, mientras corría hacia el baño.
Abrí la puerta del baño, era muy acogedor tenía una ducha, un sanitario, también había un lugar donde se encontraban las toallas, elegí una de color lila y abrí la llave de la ducha. El agua estaba fría y sentía como se deslizaba por mi cuerpo, mientras me ponía a pensar en cómo sería mi futuro: Tal vez…
Veía en mí mano izquierda un violín, de elegante madera color castaño, formado por sus cuatro cuerdas: sol, la, re y mi.
Una pasada de arco, movimientos ágiles con el brazo y la mano izquierda. En frente de mí un público innumerable aplaudiéndome, en las noticias se veía mi nombre, y…
El sonido de la puerta del baño hizo que me saliera del mundo de la imaginación.
-Carly ¿estás bien?- preguntó Emily desde las afueras.
- ¡Sí, estoy bien!- dije mientras cerraba la llave de la ducha, agarraba la toalla y me secaba rápidamente, poco a poco me fui poniendo la ropa y, cuando terminé, me dirigí hacia el espejo para peinarme, agarré un cepillo blanco que se encontraba ahí y subí la vista.
Mis ojos grises me miraban, mi piel blanca se podía reflejar a la luz del baño y veía mi cabello ondulado largo aún lazando gotitas de agua. 
-¡Pero qué rara! Te pareces a una bruja- dijo una chica riéndose al mismo tiempo que me empujaba y caí inmediatamente al suelo, el golpe hizo que sintiera un intenso dolor en mi pierna - Ah… La pobrecita se golpeo- dijo en tono burlón, al mismo tiempo que se daba la vuelta para irse. Yo me quedé intacta, en el suelo, llorando.
-¿Estás bien?- una voz de un niño de mi misma edad hizo que cerrara los ojos sin mirarlo, luego  asentí- déjame ayudarte- dijo al tiempo que alzaba la mano, volteé mi rostro y volví a cerrar los ojos, alcé la mano y la apreté contra la suya y jaló mi brazo .El esfuerzo logró que me levantara.
-Gracias- dije en voz baja con los ojos cerrados fuertemente.
-¿Qué sucede, tienes miedo?-yo negué con la cabeza- ¿entonces..?. – preguntó, yo sin aguantar…en ese mismo instante… Abrí los ojos y… lo vi.
Su piel era blanca… Sus ojos azules, su cabello color amarillo… Mi corazón palpito en cuanto lo vi… Su cara era… Tan, angelical… El me sonrío y yo me sonrojé, me agarro las manos y nos fuimos de ese lugar tan oscuro… 
-Espera… ¿A dónde me llevas? – dije mientras miraba atrás, él no me respondió, luego, vi como tomaba mi mano de una manera tan delicada… Que sentí que no importase donde me llevase…
-Aquí estamos…-dijo mientras soltaba mi mano, miré a mi alrededor, había una enorme casa a mi izquierda, compuesta por una gran puerta de madera, era de tres pisos, las paredes eran de color blanco y el patio estaba compuesto por una gran fuente de agua rodeada de la hierba…Eran muy borrosos recuerdos.
-… ¡Carly!- gritó Emily- ¿estás bien enserio?- su voz dulce hizo que despertara de esos recuerdos tan abrumadores.
-Si… Pero…- me volví a mirar en el espejo, y miré a mis ojos grises de nuevo, los recuerdos volvieron a aparecer.
-¿Qué es eso?- pregunté mirando su mano.
-Es un violín- sonrío mientras alzaba su brazo izquierdo y a “el violín” lo colocaba debajo de su barbilla entre su hombro, luego, con la mano derecha, agarró un palo de madera que encima de él llevaba pelos de un animal que yo desconocía, y lo colocó encima de unas cuerdas del violín, un sonido agudo hizo que abriera los ojos como platos y me recostara en la hierba.
-¿Cómo se llama eso?- dije señalando el palo.
-El arco- dijo mientras agarraba “el arco” y rápidamente lo pasó encima de las cuerdas, yo abrí los ojos como platos, ágilmente su mano izquierda se movía por la parte de arriba del violín, me quedé totalmente sorprendida de ese sonido, era tan maravilloso, bajaba y subía el arco y sonreía al alcanzar una tonalidad máxima del violín.
-Que… Hermoso…- dije mientras sonreía ante aquél sonido, de repente se volvía agudo, luego grave, cerré los ojos y pensé que… Era algo indescriptible…No podía recordar con cierta claridad aquél lugar, pero si puedo recordar aquella melodía, causada por ese instrumento musical; el violín…
Los sonidos extraordinarios eran como una lección de toda la vida, esas que nunca se te borran de la mente y las piensas todo el día para que no se te olviden, cada pasada de un arco era una gloria maravillosa para mí.
¿Quién era ese chico? ¿Cómo hacía eso? ¿Dónde estaba? 
Las preguntas que debía hacerme… No pasaban por mi cabeza… Simplemente me dejaba llevar por aquella melodía…
Un grito ahogado hizo que el terminara el sonido de la música, abrí los ojos y lo busqué con la vista… No estaba, desapareció, lo busqué a mis alrededores y… Se había ido. 
Ahora este es el momento en el cual debía hacerme las preguntas…
¿Quién era ese chico? ¿Cómo hacía eso? ¿Dónde estaba?
-¡Carly, me tienes preocupada!-Gritó Emily, mis ojos grises volvieron en sí y me di cuenta que volvía a la realidad, estaba sorprendida; mi cabello estaba seco, al igual que la toalla ¿Cuánto tiempo había llevado ahí? Agarré mi ropa sucia y la coloqué entre mis brazos, caminé varios pasos y abrí la puerta, y, efectivamente ahí estaba Emily , enojada.
-¿Cuánto llevo ahí?- pregunté mirándola asustada.
-Cuatro horas-respondió, yo me quedé totalmente sorprendida.
-¿Qué hora es?- pregunté desesperadamente.
-Exactamente las 2:30- La besé en la mejilla al mismo tiempo que salía corriendo hacia las escaleras.
-¡Adiós Emily, nos vemos mañana, gracias¡ - ella asintió y suspiró mientras daba vuelta hacia su habitación.
Bajé las escaleras rápidamente y vi la puerta de salida, la giré rápidamente y sentí el aire fresco, corrí, con la ropa en la mano, corrí cómo nunca lo había hecho y, en minutos, ya tenía al frente a mi casa.
Caminé lentamente hacia la entrada, la puerta era de madera, la toqué varias veces, hasta que unos pasos apresurados se acercaron a mí, la puerta se abrió enseguida, y… ahí estaba mi padre, furioso.
-¿cómo se te ocurre salir así? ¿Estás loca?- dijo mientras me miraba de arriba abajo- ¿de dónde sacaste esa ropa?
-¿Crees que robé una tienda? Eres capaz de creer eso- dije suspirando mientras pasaba de su lado.
-¿A dónde vas?- preguntó mi padre dando la vuelta rápidamente.
-Supongo que a mi habitación- respondí mientras encogía los hombros, el suspiró y dejó que caminara hacia mi habitación.
Los recuerdos volvieron a mi mente.
“Es un violín”
-¿Comencemos con qué?
-Con esa meta; comprar un violín.





Todos los derechos reservados:3